¿Cuál es tu causa?

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Tal vez pienses que este no es un tema dentro de las finanzas personales, pero para mi sí lo es.

Aunque algunas personas tienen la idea de que «tu mano derecha nunca debe enterarse de lo que hace tu mano izquierda», para otras personas esta es la única manera de que uno pueda ser generoso.

Creo que si por un momento dejamos de ser egoístas pensando solo en nosotros y nuestros deseos, para voltear a ver a los demás y hacer algo por ellos, nuestra riqueza personal crecerá.

Posiblemente el dinero que pagamos por impuestos «no alcanza» para cubrir las diferentes necesidades de la población, y por ello quienes dedican su vida, recursos y esfuerzos a estas causas merecen primero un agradecimiento y además apoyo para que puedan continuar con su labor.

Hace varios año cursé un diplomado de procuración de fondos para organizaciones del Tercer Sector (ONG’s). Aprendí que en las sociedades de los países del primer mundo, donar es lo más común entre las personas. Lo más valioso que uno puede donar es parte de su tiempo (una hora es suficiente) y cuando esto no es posible, entonces participan con dinero.

En aquella época fui voluntaria en AMANC donando una hora de mi tiempo a los niños con cáncer y de bajos recursos. Estar allí y cambiar por un momento la vida algunos niños, fue una de las experiencias más cercanas a la felicidad y al sufrimiento,

Los expertos dentro del Tercer Sector, sugieren donar el 1% de tus ingresos para la causa social con la que más te identifiques y llame a tu corazón: animales, niños, educación, mujeres, refugiados, medio ambiente, etc.

Actualmente participo con el Tibet Fund para mejorar la vida de los refugiados tibetanos que viven en el exilio, como familia ayudamos a la Casa Hogar para Niños Morelia, A.C. y ocasionalmente a Properro A.C. y otras causas.

Independientemente de que puedas deducirlo de impuestos, creo que como ciudadanos pero sobre todo como seres humanos, la idea es vivir para ayudar a mejorar el mundo y dar unas horas de nuestro tiempo y/o compartir nuestra riqueza personal, es de gran valor para otros.

Si tienes hijos, es una gran enseñanza para ellos que te vean participar y ayudar a otros. Desde mi punto de vista, creo que es la única forma de poder cambiar una sociedad egoísta a una más generosa.

He leído que cuando damos, recibimos más para continuar ayudando. Cambiar viejas creencias y crear un nuevo hábito es sencillo, si tu intención es positiva. Sé de beneficio para los demás, incluso al realizar tus actividades laborales.

En la vida no todo es recibir, también aprendamos a dar. El 1% de tu ingreso puede  tocar muchas vidas ¿a quién te gustaría ayudar, piensa cuál es tu causa? y compártemela.

Por cierto ¿ya somos amigos en Facebook?

Autor: Nohemi Gómez

Especialista en Estrategias de Bienestar Financiero y Protección Patrimonial www.nohemigomez.com

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